LO QUE ES NECESARIO PARA SER SALVOS
LO QUE ES NECESARIO
PARA SER SALVOS
Lo más elemental para la salvación es oír la Palabra de Dios. Pero no
una Palabra cualquiera, sino la verdadera. Por eso es muy importante que nos
aseguremos de que lo que oímos es la Palabra verdadera. Esto es fácil, solo
necesitamos ir a la Biblia y preocuparnos de entender lo que en ella
encontramos.
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han
creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber
quien les predique? Ro. 10:14
Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. Juan 6:45
De cierto, de cierto os digo: viene la hora, y ahora
es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren
vivirán. Juan 5:25
El segundo punto
importante es creer lo que observamos den la Palabra y este punto a su vez se divide
en tres puntos de igual importancia.
El primero, sentir.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que
hubo también en Cristo Jesús: Él, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
tomó la forma de siervo
y se hizo semejante a los
hombres. Fil. 2: 5—7
El segundo, OBEDECER.
Porque así como por la desobediencia de un hombre los
muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los
muchos serán constituidos justos. Romanos 5:19.
“…derribando argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia
a Cristo. Corintios 10:5.
Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a
la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos
a otros entrañablemente, de corazón puro. 1 Pedro 1:22.
Y el tercer punto, la FE.
“…pues en el evangelio,
la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: «Mas el
justo por la fe vivirá».
“…la justicia de Dios por medio de la fe en
Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia, 23 por
cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, 24 y son
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús. Ro. 3: 22—24.
Llegados aquí, nos falta
ARREPENTIRNOS de nuestros pecados.
Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no
quiere arrepentirse de su fornicación. Apocalipsis 2:21.
El Señor no retarda su promesa, según algunos la
tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que
ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:9.
“…y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento,
crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a
vituperio. Hebreos 6:6.
Pedro les dijo: —Arrepentíos y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el
don del Espíritu Santo. Hch. 2: 38
Se hace preciso ahora
CONFESAR QUE JESÚS ES EL SEÑOR.
Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y
le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se
doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la
tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Fil. 2:9—11.
“…pues escrito está: «Vivo yo, dice el Señor, que ante
mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.» Ro. 14:11
Es hora del BAUTISMO
Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Mt. 28:19
Y él fue por toda la región contigua al Jordán
predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados. Lc. 3:3
Después de esto derramaré mi espíritu sobre todo ser
humano, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos
soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Joel. 2:28
Ahora toca CRECER…
Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para
con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros.
1 Ts. 3:12
Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la
siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: ‘Recoged primero la
cizaña y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi
granero.’”» Mt. 13:30
Para poder
EVANGELIZAR
“…para que el
Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de él; que él alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que
sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, cuáles las riquezas de la
gloria de su herencia en los santos. Ef. 1: 17—18.
Y les dijo: ID POR TODO EL MUNDO y predicad el
evangelio a toda criatura. .Marcos 16:15:
Y será PREDICADO este evangelio del reino en todo el
mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Mateo
24:14.
Así, HEREDAREMOS LA PROMESA
“El que descendió es el mismo que también subió por
encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y él mismo constituyó a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe
y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo. Así ya no seremos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Ef. 4:10—14.
Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra
santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21 conservaos en el amor de Dios,
esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Jud.
1:20—21.
“…a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores
de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las PROMESAS. Hebreos 6:12.
Y esta es la PROMESA que él nos hizo, la vida eterna. 1
Juan 2:25.
Para ello, debemos
ser FIELES
“…si somos infieles, él permanece fiel, porque no
puede negarse a sí mismo”. 2 Ti. 2:13
“Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús,
nuestro Señor, porque, teniéndome por fiel, me puso en el ministerio”. 1 Ti. 1:12.
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