SOBRE LA EPÍSTOLA A LOS HEBREOS



LA EPÍSTOLA A LOS HEBREOS

AUTOR: DESCONOCIDO

El autor de esta epístola no expresa su identidad, pero sí apunta de manera concluyente, a una persona determinada: Pablo de Tarso. Sin embargo, algunos difieren apuntando a otros como: Apolo, Bernabé y Lucas entre otros. Mas debiera considerarse lo siguiente:
La poca evidencia existente, definitivamente apunta a Pablo.
·      El autor era amigo de Timoteo He. 13:33
·      Era muy versado en las Escrituras  del Antiguo Testamento
·      El autor usó la misma cita del A. T. que usó Pablo en dos ocasiones:”El justo por su fe vivirá”. Hab. 2:4 citado en He. 10:38; Cp. Ro. 1:17; Gá. 3:11
·      El autor concluye Hebreos, con la misma expresión o sello que Pablo dice es su expresión especial para concluir sus escrituras. Fíjese   en lo que Pablo dice en 2 Tesalonicenses 3:17—18 y compare Hebreos 13:35 con el cierre de las epístolas de Pablo.
·      Evidentemente Pedro conocía al autor. Pedro era el discípulo de la circuncisión, es decir, de los judíos (Gá. 2:7)  Sus dos epístolas se escribieron a los judíos, quienes se encontraban dispersos, los judíos de la dispersión ( 1 P. 1:1; 2 P. 3:1) Él dice: “…como también nuestro amado hermano Pablo…os ha escrito” (2 P. 3:15) Pedro tenía conocimiento de alguna escritura de Pablo que estaba dirigida a los mismos judíos de la dispersión a quienes él les escribía. ¿Es Hebreos, la epístola que Pablo escribió? La evidencia no es concluyente, pero sí apunta a Pablo.
·      El autor escribió sobre “muchas cosas…difíciles de explicar” (He.5:11) Pedro dice lo mismo sobre la epístola de Pablo a los Judíos: “Pablo…os ha escrito…algunas cosas difíciles de entender” (2 P. 3: 15-16)

FECHA: incierta. Antes del 70 d. C. Probablemente del 64 al 67 d. C.
·      No se hace mención de la destrucción de Jerusalén, ni del Templo, que ocurrieron en el 70 d. C. Las referencias al sacerdocio y al Templo apuntan a ambos aún en existencia (He. 10:11).  Aún así, la persecución parecía ser inminente (He. 10:32—36; 12:4) Y la época parece apuntar a la destrucción de las instituciones judías (He. 12:27). Parece indicarse una fecha cercana al 70 d. C.
·      Los cristianos hebreos eran creyentes de segunda generación (He. 2:1—4), y ellos habías sido hacía ya algún tiempo (He. 5:12; 10:32; 13:7). Esto también apunta a una fecha cercana al 70 d. C.
·      Timoteo había estado preso, pero ya se encontraba en libertad (He. 13:23)
·      Clemente de Roma conocía de la epístola cuando él escribió su carta a los corintios (95 d. C.) La epístola se escribió algún tiempo antes de que hubiese llegado a él.


A QUIÉN SE ESCRIBIÓ: Incierto: No se nombran los destinatarios específicos, pero se escribió para creyentes judíos.
Hay un indicio. “Los de Italia os saludan (apo) (He. 13:24). ¿Esto quiere decir que el autor  en Italia enviando saludos a los judíos de otros lugares? O, ¿quiere decir que el autor se encuentra en otro lugar, enviando saludos a la iglesia de Roma? Es imposible determinarlo, pero Italia o Roma era el lugar al que iba dirigida la epístola o el lugar  desde donde se escribió la epístola.
PROPÓSITO: El autor escribe por tres razones:
·      Para demostrar que Dios  cumple su antiguo pacto al proporcionarle a todos los hombres un nuevo pacto. (Véase las características especiales, punto 3)
·      Para hacer una exhortación fuerte (He. 13:22) (Véase las características especiales, punto 4)
·      Para hacer una advertencia fuerte. (Véase las características especiales, punto 4)

NOTA: el antecedente que da lugar a estos propósitos resulta importante. Los creyentes judíos tenían una situación extremadamente difícil.  Siempre intuyeron una tensión terrible entre su nueva fe y el mundo de sus años de adoctrinamiento en la fe judía. No solo se enfrentaban a la mundanalidad y egoísmo del mundo cotidiano, sino que se encontraban enfrentados a una religión sumida en rituales y formalismos.  De acuerdo con su religión judía, había al menos tres áreas críticas de tensión:

1.    Existía la identidad nacional y religiosa de los judíos. El sistema político y la religión de los judíos era uno. Que un judío se convirtiera a otra religión era más o meno renegar a su nacionalidad y a los ojos de muchos era un acto de traición.
2.    Existía un prejuicio extremo entre el judío y el gentil.  Después de tantos siglos de odio implacable, se le hacía extremadamente difícil a un judío llevarse bien de repente con los gentiles y confraternizar con ellos  a diario.
3.    Existían las enseñanzas de Jesús. Jesús había predicho la destrucción de la nación judía y el centro de su adoración, el Templo mismo (Mt. 24:25). Al aceptar a Cristo, un judío aceptaba el derrocamiento de su nación y de la adoración que había conocido toda su vida.

El dilema debe haber parecido  insoportable para algunos judíos conversos. Tenía familiares y amigos de toda la vida que no podían comprender el motivo de su conversión al cristianismo. Ellos llevaban una vida que era muy diferente a la vida que llevaban aquellos que vivían para este mundo. Además, se les miraba como si hubiesen traicionado a su propia nación y religión. Por otra parte, tenían que vivir  con la presión de saber que si regresaban al mundo, el formalismo, al formalismo y legalidad de su religión estaría abandonando a Cristo.
¿Qué debían hacer? Sabemos que algunos flaquearon. (Panegírico del Emperador Trajano, de Plinio el Joven) dice bastante al respecto y las causas. Algunos comenzaron a retirarse. Otros se encontraron al borde de la apostasía. Necesitaban una exhortación y una advertencia. Y necesitaban confirmar que el antiguo pacto se cumplía en el nuevo. Ellos no abandonaban su nación ni su religión, más bien cumplían el antiguo pacto de Dios  con sus antepasados.

CARACTERÍSTICAS ESPECIALES:

Hebreos es: la epístola de la revelación suprema de Dios o la epístola de la mejor revelación de Dios. La revelación suprema la constituye el mismo Jesucristo. Una ojeada a los puntos principales del índice lo demostrará de inmediato. Lo que el autor hace es demostrar la supremacía (“las mejores cosas”) de Cristo en comparación con una religión de rituales y formalismos, en particular comparado con el judaísmo.  Para darle énfasis al planteamiento, el autor usa la palabra “mejor” una y otra vez. El dice que Cristo:
·      Es “mucho mejor” (He. 1:4)
·      Nos da “mejores cosas” (He.6:9)
·      Es la “mejor persona” (He. 7:7)
·      Nos da la “mejor esperanza” (He. 7:19)
·      Garantiza “el mejor pacto” (He. 7:22)
·      Es el mediador de un “mejor pacto…y  mejores promesas” (He. 8:6)
·      Nos purifica con “mejores sacrificios” (He. 9:23)
·      Nos da el cielo, una “mejor herencia” (He. 10:34)
·      Nos da una “mejor patria (el cielo)” (He. 11:16)
·      Nos da una “mejor resurrección” (He. 11:35
·      Provee “mejores cosas” (He. 11:35; 11:40; 12:24)

Hebreo es la epístola del sumo sacerdocio de Cristo o la epístola del ministerio  celestial de Cristo. En todo el Nuevo testamento se dice muy poco acerca del ministerio actual de Cristo  en presencia de Dios. Pero su sumo sacerdocio es el aspecto principal de Hebreos.
Hebreos es la epístola del Nuevo Pacto. El Antiguo Pacto requería el sacrificio de un animal por el pecado y un sumo sacerdote que ofreciera a Dios  la sangre del sacrificio. Pero un animal no es un hombre. Por lo tanto, la sangre de los animales nunca puede borrar los pecados del hombre. Sucede lo mismo con un sacerdote humano. Ningún sacerdote humano es perfecto o ideal; por ende, ningún sacerdote  humano puede pararse ante Dios  y ofrecer a Dios el sacrificio  perfecto, tampoco hacer una entrada eterna ante la presencia de Dios. Lo  que se precisa es el sacrificio eterno y perfecto y el sacerdote eterno y perfecto. Quien es, por supuesto, Jesucristo. Y eso es lo que hacía el Antiguo Pacto, apuntar a ese pacto eterno y perfecto, el propio Jesucristo. El Antiguo Pacto era solo un ejemplo, un patrón, una imagen del Nuevo Pacto eterno y perfecto que habría de cumplir el `propio Cristo.  Los hebreos, los creyentes judíos de todo el mundo, necesitaban saber de esta verdad gloriosa.

Hebreos  es la epístola de la exhortación.  Y la exhortación tiene cinco aspectos (He. 13:22).

1.    La exhortación a retener con firmeza (He. 3:6)
2.    La exhortación a “ir adelante a la perfección o madurez” (He. 6:1)
3.    La exhortación a “considerar  al apóstol, al sumo sacerdote de nuestra profesión” (He. 3:1)
4.    La exhortación a “considerar a aquel que sufrió” (He. 3: 1)
5.    La exhortación a “que nosotros…
·      Temamos (He. 4:1)
·      Nos esforcemos (He. 4:11
·      Nos acerquemos confiados (He. 4:16)
·      Vayamos adelante (He. 6:1)
·      Nos aproximemos (He. 10:22)
·      Nos mantengamos firmes (He. 10:23)
·      Nos consideremos unos a otros (He. 10:24)
·      Nos despojemos de todo peso (He. 12:1)
·      Tengamos gratitud (He. 12:28)
·      Salgamos a Él (He. 13:13)
·      Ofrezcamos sacrificio de alabanza (He. 13:15)

Hebreos es la epístola de las advertencias severas.
1.    Nos advierte del peligro de descuidar la salvación, de alejarse de la salvación. (He. 2:1—4)
2.    Nos advierte del peligro de la incredulidad y endurecimiento del corazón. (He. 3:7—19)
3.    Nos advierte de que debemos temer, no sea que no alcancemos el reposo de Dios. (He. 4:1—13)
4.    Nos advierte del peligro de la inmadurez, de la caída del estado de gracia. (He. 5:11-6:3)
5.    Nos  advierte del peligro de caer en la apostasía, de alejarse de Cristo. (He. 10:26—39)
6.    Nos advierte del peligro  de negarse a  escuchar a Jesucristo, de cerrar los oídos a su llamado. (He. 12: 25—29)



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