LA DIDAJÉ


LA DIDAJÉ

La Didajé o doctrina de los apóstoles es quizás el más antiguo libro que se conoce entre los escritos no canónicos y según algunos, más antiguo que algunos del N. T. motivo por lo cual fue tenido en alta estima. El contenido de la Didajé fue nombrado por Orígenes, Clemente de Alejandría y las constituciones apostólicas de los primeros tiempos del cristianismo.

Vieron en esta obra tal importancia que en el año 367-8 Atanasio y Eusebio lo integran entre los libros más interesantes de estudiar a pesar de no ser canónico. Fue asociado y comparado con el Pastor de Hermas. La posibilidad de poder verlo y estudiarlo hemos de agradecerlo a Bryenios, Metropolitano de Seres que fue quien lo dio a la luz el año 1883. Después de esta fecha se han hecho multitud de ediciones, con lo que no resulta difícil conseguirlo en la Web.

Esta obra consta de cuatro partes, a saber:
·      Una catequesis moral (I-VI)
·      Una instrucción litúrgica (VII-X)
·      Una ordenación disciplinar (XI-XV)
·      Una conclusión escatológica ( XVI-)

La primera parte trata y enseña del camino de la vida y del camino de la muerte. Allí decía lo que debían hacer y lo que debían evitar. Trataba esta primera parte del asunto del bautismo, su administración, también del ayuno, de la oración y acerca de cómo se debía proceder para la Cena del Señor. Esta parte primera termina animando a velar y a esperar y describe las señales que han de verse un poco antes y durante el fin del mundo. Parece ser que fue escrito sobre el año ochenta al cien y se sabe que de este estilo se escribieron muchos más textos, si no en forma de libro, si en forma de epístolas, que circulaban de grupo en grupo e incluso siguieron escribiéndose después de ser la Biblia conformada y canonizada. Al no aparecer en este escrito nada al respecto  de las persecuciones ni a la aparición de herejías  gnósticas, se cree que la razón es porque estas ocurrieron después de ser escrita la Didajé. Sin embargo, si se menciona el hecho de la aparición de predicadores en las congregaciones que cambiaban o torcían la verdad. Sorprende la forma de administra el bautismo. Bautizaban en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en agua viva y decían que si no había agua viva, fría o caliente, derramando un poco de agua  tres veces en la cabeza. Algunos estudioso dicen que según lo que este texto relata el bautismo era por inmersión en agua corriente, es decir en río y manantiales. Al menos era la forma más común de administración del bautismo. Ya comenzó a administrase el bautismo por infusión en caso necesario. En la Didajé no hay nada que indique otra cosa sobre el bautismo  en referencia a los siglos I y II. Tampoco existe en el libro afirmación alguna  que permita afirmar la existencia de un episcopado monárquico. Los dirigentes de las congregaciones son llamados obispos o diáconos.
 


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