EL ERROR ENTRE LOS CRISTIANOS
EL ERROR ENTRE LOS CRISTIANOS
La decepción más lamentable,
a mi entender, nos la llevamos, cuando acudimos a gozarnos con los que
consideramos nuestros hermanitos en Cristo Jesús y vemos que nos muestran a un
Jesús que no responde con el Jesús al que seguimos. El asunto de las imágenes
está tan arraigado en el corazón del hombre que le es casi imposible prescindir
de ellas. A falta de una fe poderosa, necesita agarrarse a todo tipo de cosas
para que su fe no se disipe como el humo. Así, les vemos utilizar todo tipo de
imágenes de Jesús (falsas todas por demás) sin que caigan en la cuenta de que,
esto lo prohíbe Dios explícitamente. Ni siquiera la cruz, deberíamos utilizar,
si la vamos a tener como una imagen a la que adorar o venerar, porque la cruz
nada es sin Cristo; mas hay un peligro grande al tener la cruz como una imagen
venerable y adorable, que podemos confundirnos y adorar a la cruz sin Cristo,
como muchos adoran a dios, sin Dios. Nuestro Dios, no se equivoca. Él, prohíbe
las imágenes, porque todas ellas nos llevan a desobedecer a Dios de una forma
encubierta para muchos. La Palabra de Dios es, por sí sola, autosuficiente para
fundamentarnos en la fe; y debemos desechar toda imagen, sea la que sea y solo
por temor de Dios primero, y también, por amor a Él. A veces, algunos utilizan
estampitas de Jesús, (Testigos de Jehová y otros) que no es Jesús, para que la
gente, reciban mejor el mensaje que se les da, pero esto, es un craso error,
pues, con eso, lo que conseguimos es confundirlas y en muchos casos
justificamos lo que ellos hacen. El asunto de las imágenes es algo que
deberíamos estudiar a fondo; y, en mi opinión, nunca se hizo. Porque el Señor
no solo prohíbe tener imágenes de lo sagrado (de los personajes que
consideramos sagrados), sino de toda imagen de lo que hay en el cielo, en la
tierra, y debajo de las aguas de la tierra. Por tanto, es probable, que estemos
cayendo en el error, por consecuencia de esto. Pero es necesario que sepamos,
al menos los que creemos ser hijos de Dios, que no vamos a percibir, ni tener a
mano una imagen más grandiosa, que la Santa Palabra de Dios y toda Su Creación.
El que quiera ilustrar un comentario con la imagen de Jesús, tomando su Última
Cena, por ejemplo, que haga una foto a su hermano en estas circunstancias.
Porque el hermano (el hijo de Dios) fue creado a imagen y semejanza de Dios. Yo
sabía que los Testigos de Jehová utilizan las imágenes para ilustrar sus
publicaciones, pero ellos interpretan la Palabra a su manera. Lo que no sabía es que también
las utilizan muchos de los llamados “cristianos”. Yo tengo para mí, que, el uso
de cosas como imágenes u otros artilugios para mostrar la fe o para fijarnos o
afianzarnos en ella, significa una terrible minusvalía en el creyente. Nuestro
padre Dios, va a ser más clemente con aquel “minusválido” que se arrastra a sus
pies, que con aquel que permanece aparentemente impávido, por haberle
desobedecido. Lean
con atención esta escritura:
4 »NO
TE HARÁS IMAGEN ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni
abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a
ellas ni las honrarás, porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, 6 y hago misericordia por millares a los
que me aman y guardan mis mandamientos.
Observen que la Palabra
dice “NO TE HARÁS”, algunos entendieron
que no debían hacerla ni siquiera, aunque no fuesen a ser adoradas u honradas.
Lo que yo creo es que estos tenían más razón que los que, de alguna manera,
aligeran el precepto. Cuando tratamos de imitar a Dios en cualquier cosa ya
estamos poniéndonos en su lugar, algo que no parece demasiado sensato. Cuando
contemplamos las obras de los hombres y vemos que son llamados “artistas”,
deberíamos sentirnos un poco molesto, porque… ¿Quién es el Artita, sino el que
hace el mayor de las artes? La obra del
hombre, siempre es muerta y por mucho que intente imitar la Obra de Dios, nunca
podrá darle vida a su obra. Sin embargo, para el hombre, su meta está en
alcanzar la perfección de Dios y su gloria. Pues, toda obra y todo artista perecerán,
porque ya perecieron en su origen y, porque Dios así lo ha dicho, me lo ha
dicho a mí y también a ti, y a todos, pero algunos tienen sus oídos llenos de
ruidos extraños que no les permiten oír los consejos de Dios. Vayamos al común criterio, busquemos la igualdad en cuanto a nuestra forma de
pensar, porque la Palabra de Dios es clara y solo mediante nuestras
conveniencias, apoyadas en nuestros propios criterios, podemos ser arrastrados
a tantos y tantos errores y, otras veces, no tanto errores.
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